El decano de los farmacéuticos andaluces manifestó el deseo de que la farmacia comunitaria quede involucrada de forma más concreta en los grandes retos del Sistema Público de Salud, tales como el envejecimiento o la cronicidad, entre otros.

Aunque la integración efectiva de la farmacia andaluza en estos retos es una realidad de facto, Mingorance solicitó en que esta nueva norma se incluya «una apuesta más decidida por integrar sin reservas a la Farmacia en los grandes objetivos del Sistema Público Sanitario, incluyéndola en el diseño de los diferentes Planes de Salud (Obesidad, Diabetes, HTA, Tabaquismo, …); una apuesta por explicitar el rol y protagonismo del farmacéutico en retos como el de la atención a los enfermos crónicos, absolutamente clave en un contexto de creciente prevalencia de este tipo de patologías», explicó.

El presidente del CACOF también aludió a que en la futura ley se explicite el respaldo legal necesario para que la farmacia andaluza pueda avanzar en la incorporación de nuevos servicios profesionales que, además de la dispensación de medicamentos y productos sanitarios, puedan realizar los farmacéuticos en el ámbito de la vigilancia y la promoción de la salud. Hasta el momento, alguna de las propuestas planteadas «han sido eludidas«, detalló, y, en el caso del seguimiento farmacoterapéutico, «reformuladas de forma demasiado genérica«.

La intervención de nuestro máximo representante se ha incluido en un ciclo de comparecencias de agentes sociales con el objetivo de que pudieran exponer sus valoraciones al Proyecto de Ley de garantías y sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía, entre los que se encuentran colectivos profesionales, sociedades científicas, asociaciones de pacientes, expertos sanitarios o el propio Defensor del Pueblo Andaluz.