La compañía presentó hasta diez alegaciones contra el procedimiento de homologación para la selección de principios activos para determinadas indicaciones previsto por el SAS y el procedimiento había sido suspendido cautelarmente después de que el TARC detectara algunos fallos en la redacción de los pliegos. Una vez corregidos por el SAS y con el proceso suspensido, el tribunal resuelve ahora sobre las observaciones elaboradas por Roche y valida los cambios elaborados por el Gobierno andaluz en los criterios de adjudicación.

Estos cambios se han centrado en el criterio de bonificación en especie que, a ojos de la compañía inclumpliría el requisito de eficiencia económica y sería imposible de cuantificar a la hora de presentar las ofertas, lo que vulneraría el prinicipio de igualdad entre las empresas interesadas en participar en el concurso. Sin embargo, el TARC revisa la nueva redacción de los pliegos e interpreta que «la bonificación en género del producto licitado es otro criterio de adjudicación, valorable de forma automática» y, a pesar de que «en la práctica suponga una rebaja en el precio ofertado, no es obstáculo para calcular la oferta económicamente más ventajosa». Esta resolución daría fin a la vía administrativa, aunque cabría recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

Por su parte, Roche ha manifestado en estas últimas horas que volverá a recurrir esta licitación, argumentando que la subasta de 22 lotes de equivalentes terapéuticos habría quedado «obsoleta» ante las novedades en los tratamientos y los cambios en las indicaciones de los fármacos durante los dos últimos años, así como «ante la nueva legislación estatal que reserva las posibles declaraciones de equivalencia terapéutica a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios».