“La población mayor de 65 años se ha duplicado en los últimos 30 años. Y con ella, la dependencia por razones de enfermedad y otras causas de discapacidad o limitación. Ante esta realidad el farmacéutico, que es el profesional sanitario más accesible para la población, tiene mucho que ofrecer, ya que habitualmente conoce a la perfección a su paciente y le puede ayudar en cada momento a determinar cuál puede ser su necesidad”, explicó Carmen Mijimolle, vocal nacional de Ortopedia y que participó como ponente en este foro formativo.

En este sentido, “el vínculo entre paciente dependiente y farmacéutico es esencial para la detección de las necesidades del primero”, expuso Onia Alonso, representante de una empresa especializada en el diseño de soluciones ortopédicas. Para ello, es necesario llevar a cabo “un seguimiento del mismo a fin de poder detectar lo antes posible cuál es su necesidad a solventar en materia de aseo, movilidad, o descanso, entre otros, y que nos ayude a realizar una valoración y un asesoramiento que redunde en una mayor calidad de vida para esa persona”, aseveró.

Alzheimer y cuidadores
En esta segunda edición de las Jornadas Andaluzas de Ortopedia y Productos Sanitarios, el Alzheimer, los cuidados a sus pacientes y los cuidadores de éstos se convirtieron en pilares básicos sobre los que giró el programa de ponencias y mesas redondas celebradas en la sede del Colegio de Farmacéuticos de Granada, co-organizador de este encuentro.

En este sentido, destacó la participación de Antonia Gutiérrez Pérez, de la Universidad de Málaga, quien en la ponencia inaugural introdujo a los participantes en los últimos avances en el tratamiento de esta enfermedad, proceso neurodegenerativo para el que “aún no existen tratamientos eficaces” aunque “sí se han conseguido controlar alteraciones del comportamiento y otros factores de riesgo, de corte cardiovascular o metabólico”, avanzó esta investigadora.

Desde su perspectiva, Gutiérrez Pérez expuso como elemento fundamental para una mejor atención a estos pacientes se les administre la medicación específica lo antes posible, “quizás en fases asintomáticas”, por lo que la identificación de personas con riesgo de padecer esta patología va a ser esencial, «facilitada por la utilización de biomarcadores de diagnóstico».

A colación de esto último, se puso sobre la mesa el papel que puede ejercer el farmacéutico comunitario como detector precoz. Así, se examinaron los beneficios que ha aportado el proyecto Radares, una experiencia piloto puesta en marcha en la ciudad de Barcelona, que contempla diferentes actividades dirigidas a identificar personas mayores en riesgo de aislamiento ante la eventual aparición de una patología neurodegenerativa como el Alzheimer o la demencia senil.

“Los farmacéuticos comunitarios de Barcelona intervenimos desde la doble vertiente profesional; como agentes de salud en un establecimiento especializado, y como vecinos integrados en el tejido social del entorno. Identificamos y comunicamos situaciones de riesgo relacionadas con la población diana, aconsejándola y derivándola a los Servicios Sociales. También actuamos como mediadores acercando este servicio a la población, e intervenimos si es necesario en lo relativo a revisión de medicamentos, mejora en la adherencia de los tratamientos establecidos, seguimiento fármaco-terapéutico con dispositivos de dosificación especializada (SPD), educación sanitaria de la patología, acompañamiento en la adquisición de hábitos de vida saludable reforzando el consejo nutricional, etc.”, explicó Montserrat Gironés, vocal de Ortopedia del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, y que presentó en Andalucía los beneficios de esta iniciativa pionera.

Junto con los pacientes, los cuidadores de las personas afectadas por esta patología mental también fueron otros de los protagonistas de estas jornadas. “El cuidado al enfermo de Alzheimer se realiza en nuestro país a través de la estructura informal, mayoritariamente en el ámbito familiar. El cuidado diario de un familiar enfermo de Alzheimer supone un estrés emocional y físico importante para el cuidador. El resultado puede desembocar en un intenso sentimiento de sobrecarga, y conducir a diversas psicopatologías como depresión, ansiedad, agresividad, astenia psicofísica, etc., que a su vez pueden redundar en una merma en la calidad de la atención al paciente”, expuso María Dolores Almagro, de la Federación Granadina de Alzheimer.

Según el último Informe Mundial sobre el Alzheimer 2013, el aumento en la incidencia de la enfermedad está provocando una escasez de cuidadores y una falta de apoyo social e institucional a las familias que se encargan de cuidar a los pacientes aquejados. El informe alerta de que, a medida que la población envejece, el sistema informal de cuidadores requerirá mayores apoyos de los sistemas de salud y sociales que deben estar coordinados para cubrir las necesidades de los enfermos y sus cuidadores.

“La farmacia está llamada a ser un recurso más para los cuidadores informales, ya que son una puerta de acceso al sistema sanitario, cercana y accesible. Estos cuidadores acuden a las farmacias más por las necesidades de sus enfermos que por ellos mismos, y estas deberían de servir no sólo como dispensadoras de medicamentos, sino como detectoras de situaciones de posibles patologías que debieran derivarse a otros profesionales”, apostilló Almagro.

A este respecto, José Manuel Brandi, vicepresidente del Colegio Andaluz de Fisioterapeutas, también recalcó la necesidad de ampliar la atención y el apoyo a cuidadores, ya que la “atención continuada a los enfermos dependientes constituye un auténtico factor de riesgo para la salud física y mental de estas personas”.

Entre los problemas de salud más frecuentes que afectan a los cuidadores se encuentran las patologías osteoarticulares (tensiones cervicales, lumbares, etc.), los problemas emocionales (estrés, depresión, etc.) y los gástricos como las úlceras provocadas por la ansiedad, “por tanto, los cuidadores deben ser objeto de atención especial por parte de las autoridades sanitarias, las cuales deben asistirles y facilitarles su encomiable labor, constituyendo la oficina de farmacia un apoyo un fundamental a su labor”, concluyó Brandi.

Las II Jornadas Andaluzas de Atención Farmacéutica en Ortopedia y Productos Sanitarios, iniciativa promovida por la Vocalía Autonómica de Ortopedia que lidera Sara Yanguas, quien también ostenta el cargo de vocal de Ortopedia del Colegio de Farmacéuticos de Granada, concluyeron el sábado a mediodía con una sesión dedicada en exclusiva al papel que debe ejercer la oficina de farmacia en la atención a personas habituadas a hacer deporte así como los complementos ortopédicos que pueden ofrecerles para una mejor realización de la actividad física.