A juicio de Patel, el futuro de la oficina de farmacia pasa por fomentar el conocimiento y la innovación y menos el producto. «Será un espacio de salud y atención personalizada para ayudar a prevenir patologías y asegurar la adherencia a los tratamientos», explicó. En la transición hacia ese nuevo destino, la botica contará con una herramienta al alcance de todos y barata: las nuevas tecnologías. Porque con algo tan cotidiano como un smarthphone hoy día ya es posible tener un canal directo, eficaz y de bajo coste para atender a nuestros pacientes de forma permanente y personalizada.

Asimismo, Hemant Patel explicó que las nuevas tecnologías también permitirán a los farmacéuticos centrar sus esfuerzos en tareas que hasta ahora quedaban relegadas a un segundo plano, tales como emplear sus conocimientos y habilidades en mejorar el rendimiento de los tratamientos y en conocer mejor qué necesita un paciente.

Para generar este cambio, Patel asegura que son necesarias dos premisas fundamentales: «que las administraciones establezcan el marco político necesario que aliente la innovación y libere al profesional de la burocracia actual, y dos, que la profesión impulse y se crea el cambio. Porque la verdadera transformación, el cambio, es el que surge desde dentro de las organizaciones, nunca impuesto desde fuera», concluyó.