En el marco del ‘VIII Congreso Andaluz de Médicos de Atención Primaria SEMERGEN-Andalucía’, que arrancó ayer y en el que precisamente se debaten cuestiones relativas a la racionalización de la prescripción y la mejora en la seguridad del paciente, Fernández defendió, en declaraciones a Europa Press, esta medida del SPD recién implantada, así como el papel que desempeñan los profesionales farmacéuticos en el correcto control de la medicación que toman los pacientes.

«No nos engañemos, el farmacéutico es considerado por el usuario como su segundo médico de cabecera, ya que le pregunta tanto o más que a los mismos médicos por los medicamentos que retira de la farmacia», reconoció el máximo dirigente de SEMERGEN-A, quien ha sostenido que este fenómeno se produce ahora con más frecuencia «en aquellos fármacos que el usuario ya sabe que no entran dentro de la financiación», pero que aún así quieren adquirirlos.

«Si se generaliza este sistema (el SPD) se mejorará, sobre todo, la seguridad del paciente en la toma de su medicación, así como su cumplimiento del tratamiento (adherencia terapéutica)», ensalzó Fernández.

Por su parte, los presidentes del comité organizador y científico de este VIII Congreso de SEMERGEN-A, José Ángel Blanco y Antonio Ortega, respectivamente, se han referido al nuevo concepto de ‘desprescribir’ fármacos, como forma de mejorar el estado de salud del paciente.

«Son cuestiones que tiene más que ver con el enfermo crónico, pluripatológico y polimedicado que tiene un exceso de medicamentos, y en el que se persigue reducir esa medicación, buscando a la par que mantenga su calidad de vida», han explicado. De hecho, aludieron a pacientes «que soportan ocho, diez y hasta 12 medicamentos diarios, lo que provoca a veces interacciones entre esos fármacos».

«Hay datos que hablan de que hasta el 20 por ciento de los pacientes que acuden a las urgencias hospitalarias tienen como causa la interacción farmacológica, lo que nos lleva a plantearnos si realmente en determinados pacientes es esencial tantos medicamentos, puesto que, en algunas ocasiones, está ocasionando más daño que beneficio», han argumentado.

Del mismo modo, apuntaron a otros estudios «que han demostrado que el grado de cumplimentación de pacientes que tienen que tomarse seis o siete fármacos todos los días baja muchísimo». Por eso, «a veces lo que ocurre es que al ser tantas pastillas, dejan de tomar precisamente las que son más imprescindibles», agregaron.

SPD, prescripción por principio activo y embalajes
De otro lado, estos especialistas se han referido también a la prescripción mayoritaria por principio activo. Así, han explicado que uno de los problemas que generaba esa prescripción en los pacientes mayores era que podía confundir un medicamento con otro, ya que en las farmacias «en unas ocasiones se les daban una marca y en otras otra marca o un genérico», lo que llevaba a la confusión, puesto que, aunque el principio activo era el mismo, «los formatos y embalajes son distintos entre una marca y otra».

«Si ahora con el SPD se elimina ese problema de embalaje ganamos más en seguridad. Había pacientes que tomaban dos veces el mismo medicamento pensando que eran distintos y otros pacientes que no se tomaban un medicamento que era igual al que tomaban antes, al pensar que la farmacia se lo había cambiado por otro (al ser de marca distinta)», señalaron a modo de ejemplos para referirse al SPD como método «que puede contribuir a paliar ese problema».

Al hilo de ello, apostaron por que el embalaje fuese similar por principio activo y no por marca, «lo que ayudaría a indentificar más el producto que toman y a confundir menos la medicación».

«Hasta ahora la industria lo que suele hacer es que todos los productos de una misma casa farmacéutica llevan el mismo embalaje, pero en países como Noruegua y Suecia el embalaje es el mismo por principio activo», concluyó.