Fuente: El País

La subasta de fármacos puede hacer recibido la estocada definitiva. Y al contrario de lo que se esperaba no ha llegado por la vía judicial, sino por las correcciones al decreto ley de medidas sanitarias publicado el pasado martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El Gobierno central ha modificado por esta vía el medicamento que tiene que dispensar el farmacéutico cuando un paciente le entrega una receta por principio activo, lo que, en la práctica, invalida la adjudicación de fármacos de la Junta.

Hasta ahora, el ministerio establecía periódicamente lo que se llama el “precio menor”, que es el que deber tener en cuenta el boticario al vender un medicamento recetado por principio activo. El “precio menor” no es siempre el más barato del mercado, sino que se llama así al listado de precios aprobado por el Gobierno para las prescripción de los principios activos. Con este conjunto juega la subasta de fármacos, que se basa en que los medicamentos incluidos en ese abanico rebajen sus precios.

Pero la nueva redacción cambia el concepto de “precio menor” por el de “precio más bajo”. El farmacéutico ya no podrá elegir entre un conjunto de medicamentos, sino que tendrá que vender el del precio más bajo, lo que invalida la subasta andaluza.

La consejera de Salud, María Jesús Montero, reconoció ayer que la corrección del decreto “imposibilita” el concurso público. “Tal y como está redactado ahora, no hay posibilidad”, asumió Montero en declaraciones a este periódico. La titular de Salud criticó que el Gobierno esté acotando cada vez más el escaso margen de maniobra que ya tenían las comunidades en política farmacéutica. “Intentamos buscar medidas alternativas, pero nos cercan el camino permanentemente”, lamentó Montero, para quien el nuevo sistema de precios generará “incertidumbre en el mercado farmacéutico” y “peligro de desabastecimiento”.