La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha hecho público un interesante informe sobre el Copago que, en muchos de sus puntos, coincide con las opiniones manifestadas por el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos y por la farmacia española en general: existen con toda seguridad otras medidas para el control del gasto sanitario antes que el copago, cuyos efectos pueden ser muy perjudiciales para la salud los sectores de población más desfavorecidos. Las principales conclusiones a que llega la sociedad científica que agrupa a los médicos de familia españoles son las siguientes:

  • La semFYC está en desacuerdo con la aplicación de copagos en los servicios sanitarios, dado que no existen pruebas concluyentes de sus beneficios, pero en cambio sí existen evidencias, aunque sean débiles, y derivadas de múltiples estudios, sobre sus efectos perjudiciales en la equidad y la salud de la población, especialmente la más desfavorecida.
  • Hay suficientes evidencias científicas para asegurar que reforzar el papel del médico de familia, así como el control del presupuesto sanitario de AP y de la consulta externa de especialidades hospitalarias en manos de los médicos de familia, permite una mejor gestión del mismo.
  • Existen otras medidas que pueden ayudar a la sostenibilidad del sistema sanitario (pueden consultarse en el informe adjunto).
  • En caso de aplicación de copagos debería entenderse como un experimento científico con un control exhaustivo de las variables para poder detectar fehacientemente sus efectos.
  • En ningún caso el papel del médico de familia puede convertirse en el juez de su paciente sobre la utilización inadecuada que hace de los servicios sanitarios.
  • El copago de farmacia debe replantearse hacia un sistema más equitativo, que no valore únicamente la situación laboral (activo/pensionista) del individuo.