“El hecho de que la mitad de las oficinas de la comunidad autónoma estén acreditadas para ofrecer el SPD es una buena noticias para todos, en especial para los propios pacientes y para el Sistema Nacional de Salud, dado que entre los primeros favorecemos una mayor adherencia a sus tratamientos y evitamos errores de medicación, a la par que ponemos nuestro grano de arena para que el SNS sea más sostenible y no tenga que hacer frente a gastos evitables” apunta Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), organización que junto a los colegios provinciales de farmacéuticos andaluces pusieron en marcha este programa hace ahora un año.

Según estudios recientes, se estima que el incumplimiento terapéutico en Andalucía afecta al 50% de los pacientes con tratamientos crónicos y al 20% de los pacientes agudos. De estos pacientes, más de 360.000 son polimedicados y más de 36.000 toman diariamente 5 medicamentos. La falta de adherencia terapéutica puede llegar a condicionar hasta un tercio de los ingresos hospitalarios. “La conclusión, por tanto, es que mejorar la adherencia al tratamiento constituye, primero, una mejora en la calidad de vida de los pacientes, pero también una de las mejores medidas de ahorro para el sistema público de salud, algo que pretendemos con iniciativas como el SPD, que se ha convertido, por su efectividad y fácil uso, en un elemento esencial en centros geriátricos y en familias con personas de edad avanzada a su cargo”, subraya el presidente de los farmacéuticos andaluces.

El SPD se enmarca dentro de una estrategia de profundización, desde la farmacia, en la prestación de nuevos servicios vinculados a la mejora de la adherencia y el cumplimiento terapéuticos. “El SPD es una herramienta esencial para que el farmacéutico puede acercarse aún más a sus pacientes y ofrecerles una atención más personalizada que redunde en una mayor calidad de vida. Una iniciativa de la que los farmacéuticos andaluces nos sentimos orgullosos y que también viene a ofrecer soluciones para el nuevo modelo de sociedad hacia el que caminamos, con un amplio sector de la población de edad avanzada fruto de una mayor esperanza de vida”, apostilla Mingorance.

Este sistema de dispensación personalizada forma parte de una estrategia global para la creación de una cartera común de nuevos servicios profesionales complementarios a la dispensación de medicamentos, con la que el Consejo y los Colegios andaluces pretenden reforzar el rol asistencial del farmacéutico. En la actualidad, la farmacia andaluza trabaja en la puesta en marcha de un programa que promoverá la medición ambulatoria de la presión arterial en las oficinas de farmacia a fin de ejercer un mejor control y seguimiento de los pacientes con hipertensión arterial (HTA). Como en el caso del SPD, la formación, la acreditación previa, el seguimiento de un protocolo normalizado y la evolución periódica serán los criterios básicos para el desarrollo de estos nuevos servicios, complementarios a la dispensación de medicamentos.