Este trabajo de investigación presentado en la cita organizada por los Colegios de Farmacéuticos de Madrid y Barcelona ha puesto de manifiesto que la mitad de los pacientes fumadores presentaban pigmentación amarilla en uñas y/o manos (en concreto, el 45,8%) mientras que el 55,1% mostraba agravamiento de los signos del envejecimiento de la piel.
Para llevar a cabo esta investigación se cumplimentaron un total de 227 cuestionarios en oficinas de farmacia de toda Andalucía, en los que se consultaban variables como el sexo, la edad, el tipo de fumador (activo, pasivo y ex fumador) o el número de cigarrillos y el tipo de tabaco consumido al día, entre otros.
De los participantes (la mayoría hombres, un 51,5%, aunque en una proporción muy pareja a la de mujeres), el 95,6% fueron fumadores activos, el 3,1% pasivos y el 1,3%, ex fumadores. El 88% declaró consumir al menos un paquete de tabaco diario, haciéndolo el 24,5% desde hacía, al menos, 20 años. De entre los datos extraídos destacó el alto consumo de tabaco rubio (94%).
Pese a la afección en la piel, manos y/o uñas, el 57,3% de los pacientes entrevistados afirmó que el tabaco no había sido responsable de la presencia de enfermedades dermatológicas, mientras que el 63,4% no había constatado agravamiento de las que ya padecía a consecuencia del hábito tabáquico.