Todo esto será posible gracias a la iniciativa formativa emprendida por el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF) y los propios colegios provinciales de farmacéuticos con la colaboración de la compañía farmacéutica Janssen, que permitirá a los profesionales farmacéuticos de la comunidad autónoma ahondar en herramientas para favorecer una mejor prevención del contagio, o conocer en mayor profundidad las consecuencias de una infección a largo plazo y las posibilidades terapéuticas para su tratamiento.
“Pese a que los medicamentos para tratar la hepatitis C son de dispensación hospitalaria, los farmacéuticos que desempeñan su labor en una oficina de farmacia desempeñan un papel complementario esencial en la atención a estos pacientes. Dado que los boticarios son el personal sanitario de mayor accesibilidad y cercanía, su consejo puede ser fundamental para un paciente que acude a su botica a solicitar información, por ejemplo, sobre la posología del tratamiento antiviral”, destaca el Dr. Manuel Macías, del Hospital Puerta del Mar de Cádiz y ponente de este curso.
Con la celebración de estas jornadas, la farmacia andaluza también pretende facilitar al colectivo de profesionales farmacéuticos de los conocimientos necesarios para concienciar a los usuarios de las oficinas de farmacia sobre hábitos de vida saludables, evitar prácticas de riesgo y de la conveniencia de solicitar atención médica en aquellos pacientes en riesgo de infección o aquellos afectados que no la reciben por desconocimiento.
“Muchos de los tratamientos empleados son complejos, se toman por largos periodos de tiempo y tienen efectos secundarios, factores todos ellos que dificultan la adherencia, y generan angustia, ansiedad o dudas al paciente”, explica Antonio Mingorance, presidente del CACOF. “A veces, basta con tener cerca un profesional sanitario al que sabes que puedes acudir, que va a contactar si hace falta con tu médico ante cualquier duda, o simplemente que puede mejorar desde la indicación farmacéutica muchos aspectos como la alimentación o el aspecto físico”.
“Con iniciativas como esta, la población andaluza aprovecha parte del potencial que la red de oficina de farmacias andaluza ofrece a sus pacientes. Espacios integrales de salud, cercanos y distribuidos de forma capilar por toda la geografía de la Comunidad Autónoma, en los que los pacientes, muchas veces con el centro médico más cercano a varios kilómetros de distancia, pueden encontrar la atención necesaria para cumplimentar correctamente sus tratamientos, así como conocer y comprender mejor las características de su patología”, apostilla Mingorance.
El virus de la hepatitis C afecta a un 2,5% de la población española. El 70% de los portadores de anticuerpos, en torno a unas 900.000 personas, presentan infección crónica del virus. Dada la ausencia de síntomas hasta fases avanzadas, se estima que hasta el 50% pueden no haber sido aún diagnosticadas. Estos porcentajes aplicados a Andalucía señalan por tanto que más de 200.000 andaluces se encuentran infectados por virus de la hepatitis C.
La infección por el virus de la hepatitis C pocas veces da lugar a los síntomas típicos de la hepatitis aguda, aunque se cronifica en más de la mitad de los casos. Salvo excepciones, la infección crónica permanece silente, sin repercusión clínica, aunque un 10-20% de los pacientes desarrollan una cirrosis hepática en un plazo de 20 años, lo que en un 10-20% de estos casos suele dar lugar a complicaciones que pueden hacer necesario un trasplante de hígado. El riesgo de desarrollar cirrosis es mayor en pacientes que consumen bebidas alcohólicas y en aquellos coinfectados por otros virus como el de la hepatitis B o el del VIH.